VIDEOS KARAOKE PARA QUE LOS AFICIONADOS DEL MUNDO DE ESTE BELLO ARTE PRACTIQUEN HASTA LA MAESTRÍA Y COMO EJEMPLOS, CANCIONES CANTADAS POR EL BLOGGER.
sábado, 4 de enero de 2014
jueves, 2 de enero de 2014
HUMAREDA Y YO - GENTIL COLABORACIÓN DE UN AMIGO OSCAR MARIO FERNÁNDEZ CRUZ
NOTA DEL BLOGGER:
POSTEO ESTA VEZ OTRA BRILLANTE COLABORACIÓN DE OSCAR MARIO FERNÁNDEZ CRUZ. EN SU MURO DE FB TIENE UN RETRATO A CARBONCILLO Y ANTE LAS PREGUNTAS DE RIGOR OSCAR NOS CUENTA A MANERA DE RESPUESTA ESTA BELLA HISTORIA ¡CUÁNTOS HUBIÉRAMOS DESEADO UNA EXPERIENCIA DE ESE CALIBRE¡
HUMAREDA PERTENECE A LAS PALABRAS MAYORES DE LA PINTURA PERUANA.
ENTONCES PARA QUE DISFRUTEN:
HUMAREDA Y YO
6 de
septiembre de 2011 a las 23:23
Para los
que me preguntan por el dibujo al carbón de mi perfil:
¡Ahí va,
una vez más la historia!
Es un
retrato al carbón que me hizo una vez el famoso pintor Víctor Humareda. Cierta
noche del verano de 1985, yo salía de cierto lugar nocturno (como diría -
parodiando a Cervantes - de c ...uyo nombre no quiero acordarme) de dudosa
reputación. Abordé mi viejo FIAT en el estacionamiento, cuando observé, a pocos
metros de mí, al famoso pintor Víctor Humareda. Me detuve a su lado y él,
confundiendo mi carromato con un taxi, escribió en un papel fijo a una pequeña
pizarra portátil que llevaba (ya para entonces, el cáncer a la laringe que
terminó por matarlo, le había hecho perder la voz), con letras grandes;
"Hotel Lima, cuadra XX de Av. 28 de Julio, La Victoria ¿cuánto me
cobra?". Le respondí que para mí era un honor llevarlo gratis. Subió y
partimos. Tuve con él mi única "conversación", entre comillas, porque
sólo yo hablaba y él asentía o negaba con la cabeza, mientras sonreía
alborozado.
Al
llegar, agradecido, me pidió que pasáramos a su habitación, que quería darme un
obsequio. En el cuarto, me senté en su cama mientras él, sentado en una silla
(únicos dos muebles de esa espartana habitación) me dibujaba en contados
minutos el retrato al carbón que adjunto. Durante esos breves y recordados
(para mí) minutos, el seguía riendo alborozado cuando le mencionaba que muchas
veces lo había visto con Elizabeth "La Platinada" en dicho lugar. Yo
ya sabía entonces de su fijación por Marilyn Monroe y entendía por tanto su
obsesión por "La Platinada". Él seguía riendo, mostrando su gran dentadura
equina, mientras escribía en otra página de su pizarrón: "Mi vida se
parece a la de Toulouse Lautrec". Ni recuerdo cuántas cosas
"conversamos" esa noche; de Víctor Delfín, su amigo, por ejemplo.
Supongo
que yo no era consciente entonces del peligro de la zona, casi en el corazón
mismo de La Parada. Y debe haber sido un milagro que, al salir del destartalado
hotel, haya encontrado el carro intacto.
El buen
Víctor murió más o menos un año después del encuentro de este relato. Guardo de
recuerdo este retrato al carbón, como testimonio de ese encuentro. Fue un
encuentro de bohemios, al margen de los pergaminos de ambos. Y estoy convencido
de que no fue casualidad.
No en
vano, el gran Borges decía: "No hay nada más erróneo que creer en el azar
y las coincidencias. Todo encuentro que parece casual, es una cita".
Suscribirse a:
Entradas (Atom)